“estoy de pie, frente a un gran río o canal… es un sueño sin color, el agua es cristalina pero se torna negra de repente… a lo lejos… no es mucha la distancia pero puedo ver el otro lado… trato de cruzar pero no puedo, mis piernas no responden… empiezo a sentir una gran desesperación… de repente me siento tranquilo, veo mas allá de la orilla del otro lado y solo veo un árbol seco, tierras de cultivo infértiles, todo se ve tan polvoso y sin vida… nuevamente me siento ansioso, a pesar de haber visto ese panorama quiero cruzar… y mis piernas siguen sin responder…”
Despierto… un sopor se apodera de mi… duermo.
“Nuevamente estoy de pie… el río o canal se ha ido… estoy en lo alto de una estructura o edificio de concreto, parece ser un lugar para ir de vacaciones cercano a una playa… eso lo deduzco porque abajo, a mi izquierda muchos metros abajo alcanzo a distinguir lo que son unas albercas y palapas… volteo hacia arriba, y veo unas ventanas a mi derecha, se ven sucias, manchadas por dentro… volteo hacia el horizonte… y muy a lo lejos esta un puente, se ve imponente, a pesar de que las olas del mar azoten contra sus pilares, se mantiene firme… comunicando… no lo se… trato de fijarme que es lo que esta uniendo este puente, y no veo nada, solo veo una neblina… trato de avanzar… pero de repente mis piernas son presa del vértigo… a mi izquierda lo que me separa de un desfiladero, es una frágil barandilla... todo mi cuerpo tiembla, empiezo a sentir frío… me muevo hacia la pared de concreto, es fría, pero reconfortante…”
Despierto… hora de levantarme.
Fin.
P.D. dos sueños en una noche… vaya que tuve una noche productiva. (nótese el sarcasmo)
