realidades II

La Navidad Pasada no llegó

7:30 am= ducharme, si es Lunes, Martes o Viernes me lavo el pelo
8:30 am = un te puro sin azúcar
8:15 am lavarme los dientes y peinarme. Pasar el cepillo doscientas veces por el pelo. 9:15 am = salir a trotar
10:00 am = solo un vaso de agua esta permitido.
10:05 = Ejercicios del canal 06, luego canal 34 y por ultimo canal 03.
11:00am = ducha fría y luego ir a la universidad
1:00 pm = comer una manzana
7:00 se permite media hora de televisión si me he portado bien
7:30 pm = llamar a Curicó. Si es Lunes, Jueves o Sábado. Decir a mi familia lo bien que estoy.
Si es Martes o Domingo llamar a Cristóbal y decirle que lo amo aunque no sea cierto
Si es Miércoles o Viernes llamar a Francisca para contarle "todos mis secretos", aunque no la considere mi mejor amiga ni le cuento mis secretos verdaderos.
10:30 pm = apagar luces, obligar a permanecer en cama hasta quedarme dormida.
"Encontré esta hoja fotocopiada numerosas veces y pegada por todas partes del pequeño departamento de mi hija. En cuadernos de colegio, en espejos, en la cocina, en cualquier lugar. Desde que era pequeña mi hija era obsesivamente organizada con cada aspecto de su vida. Era por eso que mi esposo y yo sabíamos que ella estaba lista para irse a vivir sola a la capital, era organizada, aplicada y responsable y queríamos darle las oportunidades que merecía. Mi pequeña Rosa estuvo tan asustada la primera vez que llegó aquí que la acompañé por una semana hasta que se acostumbrara.
Rosa se convirtió en una señorita muy sofisticada, nos impresionaba su manera de hablar cuando nos llamaba por teléfono. Yo nunca me atreví a decirle que apenas se fue el Cristóbal le puso el gorro con otra niña, ella le decía que lo amaba y él le decía que la amaba pero yo sabia que no era cierto, lo veía besándose con la Francisca cuando iba a comprar. Esa niña nunca me cayó bien.
Nunca le noté la voz cansada, nunca presentí nada malo en ella. Para mi, mi Rosa era perfecta, nos juntábamos en las fechas importantes, pero esta Navidad no apareció. La llamé y nadie contestó. Entonces apenas salió el sol tomé un bus y fui a verla. Rosa, tan organizada a sus 19 años, Rosa la niña que me produjo tanto orgullo…
La encontré en la cama, estaba tan delegada que no recuerdo como no lo había notado antes… quizás porque esta vez ella se encontraba con un pantalón corto y una polera ceñida… le tomo la mano y la tiene helada, tiene una palidez fantasmal…
Lloré sin comprender, culpándome, como no lo vi?!?! Suena el teléfono, era una niña preguntando por Rosa "Esta muerta!" le grité y corté.

Camila 77

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